lunes, 6 de octubre de 2008

memoria de esta corta y querida vida.


Y todo era perfecto al principio. Todo empezó en una estantería, dentro de una bonita caja. Yo cada día ponía una de mis mejores sonrisas para agradar a la gente que pasaba. Hasta que un día una niña muy pequeña de ricitos pelirrojos me sacó de aquella caja. Desde aquel día fui suya. Al principio me cubría de besos, abrazos y de un cariño tan intenso que cuando no estaba en su regazo me sentía sola, vacía y triste. A su lado parecía que algo creciese dentro de mí, que algo se moviese de entre los hilos y el algodón. A su lado veía paisajes nuevos y cada día junto a ella me sentía más… por así decirlo; más VIVA. Y es que solo con ver cómo le hacía sonreír yo ya me alegraba; aunque a veces cuando lloraba y me estrechaba contra su pecho yo intentaba tocarle una mejilla, pero mi brazo no se movía. Que sensación tan desagradable sentía entonces. Pero esto solo fue el principio. Todo cambió una tarde en que mi piernecita derecha se salió de su lugar. –Ya está muy estropeada, es muy antigua-. Dijo entonces una mujer, ¿Antigua? ¿Qué quería decir eso? No losé, pero después de oír esa palabra la niña empezó a dejar de jugar conmigo, me sentó en una estantería y ahí me dejó. Desde ahí mis dos botones negros o también quien dice mis ojos podían ver como la niña ya no era tan niña. Otros como yo iban quedando abandonados y su baúl donde antes me sentaba ya no estaba, en su lugar había un espejo y un pequeño armario con pinturas raras y cosas pequeñas de colores que se enganchaba en el pelo. La niña desapareció. Y así me fui quedando sola, vacía y triste hasta que todo finalizó. Un día la habitación se llenó de cajas y la misma mujer que en aquel entonces había dicho que era “antigua” dijo: -Lucía; ¿¡piensas llevarte este trapo ajado al piso!?-. –Oixx… sí tienes razón-. Y las manos de aquella mujer pelirroja y tan extraña me cogieron y me lanzaron dentro de una bolsa junto a cuadernos, discos rotos y algún que otro como yo. Mientras por primera vez mis labios de tela se mueven y sueltan el primero, ultimo y único suspiro que han recorrido mis pulmones de trapo; me despido poniendo una de mis mejores sonrisas antes de perder la memoria de esta corta y querida vida. Adiós.

3 comentarios:

juliagil dijo...

que maca!!!! O.o

macamacamaca

juliagil dijo...

mmmm........aquesta era una minihistoria de 10 linies...
CLAR K LE FET CURTA!!!

Nuria dijo...

Yaiza, me encanta .
eres una crak(L)
xxxxxxxxxxxxddd