miércoles, 4 de marzo de 2009

Dulces carcajadas


Y los labios se contraen en la mueca maníaca,
los dientes tiemblan, la lengua baila, y el corazón palpita.
De la garganta surgen histéricos monosílabos danzantes
que gritando flotan en el aire.
Y el destello cruza la pupila tras la gota graciosa
que rebota en la rosada mejilla.
Los pulmones se ensanchan y el aire joven los calma.
El estruendo cesa, las tímidas sonrisas aparecen,
los cuerpos se juntan, las miradas se cruzan
y mientras en la memoria se graba,
en el paladar permanece
el sabor dulzón de una alegre carcajada.